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jueves, 26 de enero de 2012

Espíritu Santo parte 2

Også på norsk: vandringmedgud.blogg.no


Espíritu Santo, parte 2

El Espíritu o la letra
           
Las últimas palabras de nuestro Señor a Sus seguidores antes de ascender fueron instrucciones claras respecto al Espíritu Santo. Si tu trabajo en la tierra fue hecho y estabas a punto de partir para regresar a tu Padre en el cielo e ibas a entregar tu reino entero a un pequeño grupo de personas, tus últimas palabras para ellos deberían ser muy importantes.
            
Jesús ordenó a sus discípulos que no hicieran nada hasta que fueran bautizados con el Espíritu Santo. “y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días--- pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos” (Hechos 1:4-5, 8-9).
           
Piensa acerca de qué tan difícil debió haber sido para los discípulos. Jesús predicó la Palabra de Dios y demostró Su poder sobe la Tierra como nadie antes. Debido a esto, los líderes religiosos hicieron que lo mataran y lo enterraran. Para sus mentes naturales, parecía como si Jesús hubiera sido sólo otro hombre. Tres días después, Él resucitó de la muerte exactamente como lo profetizó, validando todo lo que había dicho. Como si esto no fuera suficiente, Jesús pasó cuarenta días más en la tierra después de Su resurrección enseñando a Sus seguidores antes de que personalmente lo vieran ascender con Su Padre en el cielo. Estos discípulos tenían noticias increíbles, noticias importantes que gritaban desde las azoteas, pero Jesús les ordenó que se sentaran temporalmente ¿Por qué? ¡Necesitaban el bautismo del Espíritu Santo!^
            Es absolutamente maravilloso nacer de nuevo y que tus pecados te sean perdonados, pero no serás un testigo efectivo hasta que estés lleno del Espíritu Santo. Cuando Él viene a ti, serás capaz de vivir triunfante y testificar poderosamente, El Espíritu Santo te capacita para que experimentes más plenamente tu salvación y para que efectivamente, compartas con otros las asombrosas cosas que Dios ha hecho por tí.
            
Muchos cristianos aman sinceramente a Dios, pero lo sirven a su manera, porque no han sido bautizados con Su Espíritu, Esto provoca la muerte. “El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica” (2 Cor. 3:6).

Cuando los creyentes tratan de predicar con sus propios conocimientos y habilidades carnales, aun cuando  dicen y hacen lo correcto, no están soportando ningún peso espiritual. Así que mucha de la apatía en la iglesia de hoy en día proviene de creyentes que están intentando predicar sin el poder del Espíritu Santo.
           
Jesucristo mismo testificó y predicó Su vida a través de Su discípulos con poder del Espíritu Santo. Tu espíritu activa las palabras y las obras llevarán peso provocando un impacto positivo en otras vidas para el reino de Dios. El Espíritu Santo es el único que te ayudará a experimentar la promesa de vida victorioso y de abundancia. Si ambos, Jesús y los primeros creyentes necesitaron ser bautizados con el Espíritu Santo para vivir vidas cristianas llenas de poder, así tú y yo lo necesitamos hoy.  

lunes, 23 de enero de 2012

El Espíritu Santo, primera parte

El Espíritu Santo, primera parte

Antes y Después
            Jesús mismo no manifestó el poder de Dios hasta que Él fue bautizado en el Espíritu Santo. Los Ángeles lo proclamaron Señor en Su nacimiento, pero nada de esto tipificó el ministerio de Cristo, predicando, sanando, echando fuera demonios, nada de esto ocurrió antes de que el Espíritu Santo descendiera sobre Él como una paloma:
 “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de dios que descendía como paloma, y venía sobre Él. Y hubo una voz de los cielos, que decía. Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mat. 3:16-17).
El bautismo en el Espíritu Santo sirvió como el punto de partida de lo natural a lo sobrenatural en la vida de Cristo.
           
Jesús inmediatamente comenzó Su ministerio luego de haber sido ungido en el Espíritu Santo. El Espíritu lo llevó al desierto para enfrentar al diablo (Lucas 4:1-13). Salió victorioso y valientemente declaró en la sinagoga de Su propio pueblo. “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19). Desde este punto en adelante, Jesús cumplió lo que Él estaba ungido para hacer.
           
Muchas veces, el Señor admitió Su total dependencia del Padre y del Espíritu. Él cumplió la voluntad de Su Padre con el poder del Espíritu santo fluyendo en y a través de Él. Padre, Hijo y Espíritu Santo siempre trabajando juntos en completa cooperación. Como parte de esta inter dependiente, trina deidad, Jesús no podía y no pudo hacer ningún milagro hasta que el Espíritu Santo vino sobre Él.

Dios nunca hace nada en forma independiente de Su Espíritu. Por tanto, dándole la bienvenida al Espíritu Santo en tu vida es absolutamente esencial que experimentes la victoria y la abundancia que Dios ha provisto. Si el Hijo de Dios sin pecado tuvo que ser bautizado en el Espíritu Santo antes de empezar Su ministerio, ¿cómo puede alguien presumir que es un cristiano efectivo sin ser bautizado con el Espíritu Santo?


Disturbios, Alboroto,  enfrentamiento,
Blasfemia, pecados mortales
           
Los discípulos eran pobres de espíritu, temerosos antes de recibir el bautismo del Espíritu Santo. Estos hombres habían seguido a Jesús por tres años y medio, observando Sus milagros, escuchando Sus enseñanzas y experimentando cada día la vida con Él. Exhibieron debilidad, inmadurez, carnalidad y diferencias. En el arresto de Jesús, todas sus promesas de permanecer con Él, de morir, si era necesario, se fueron por la ventana, conforme lo olvidaban y escapaban con terror.
           
Pedro negó a Jesús en tres ocasiones diferentes, sólo unas horas después de empeñar su “obediencia eterna.” Su fuerza natural se marchitó frente a una damisela, la sierva del sumo sacerdote, y otros más conforme sucesivamente cada uno de  ellos preguntó: “¿No eres tú uno de los discípulos de Jesús?” Sudando y jurando, respondió: “!No, no siguiera conozco al hombre!” Pedro lloró amargamente cuando se dio cuenta de lo que había hecho. No quería negar a Cristo, pero no tenía poder sobre su fuerza humana (Mate 26:69-75).
            Después Pedro y los demás discípulos fueron bautizados en el Espíritu Santo. “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba…  y fuero todos llenos del Espíritu Santo” (Hechos 2:1-2, 4). Instantáneamente se transformaron en testigos poderosos y testificaron de Jesús con gran denuedo. Tres mil fueron salvos y bautizados con agua ese primer día (Hechos 2:41).
            
Poco tiempo después de esto, Pedro y Juan sanaron a un hombre cojo enfrente del templo y causaron un gran alboroto predicando el Evangelio, los líderes religiosos los enviaron  a la cárcel (Hechos 3, 4:3). Miles más creyeron su mensaje, así que los líderes interrogaron a Pedro y a Juan para averiguar lo que estaba pasando. “Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los  ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes; y poniéndoles en medio, les preguntaron ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?”(Hechos 4:5-7).
            
Pedro valientemente enfrentó a los hombres que crucificaron a Jesús. “Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo; gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por Él, este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:8-12).

Pedro públicamente declaró a todos los líderes Judíos que creyeron en el Dios de Abraham que esto era insuficiente para su salvación. Claramente dijo que creyeran en el nombre de Jesucristo, en quien ellos mismos habían asesinado, o enfrentarían perdición eterna. Pedro los dejó sin ningún escape: O aceptaban a Jesús o lo rechazaban.
           
El mismo hombre de quien los discípulos habían escapado en una ocasión con terror para salvar sus vidas, ahora estaban retrocediendo con valentía; “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra” (Hechos  4:13-14). El milagro obró en los discípulos completamente impactados por la oposición de los líderes religiosos.
¡Qué diferencia hace el bautismo en el Espíritu Santo!

domingo, 15 de enero de 2012

El Espejo De Dios

El Espejo De Dios
          
  “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo: y oro a Dios que tu espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesal. 5:23,). 

Aun cuando la Palabra de Dios nos enseña claramente que estamos formados de tres partes, muy pocos cristianos practican una comprensión funcional del espíritu, alma y cuerpo en sus vidas diarias.
            Normalmente, la mayoría cree que sólo están hechos de cuerpo y alma. Básicamente confunden al alma y al espíritu como si fuera lo mismo. Por consiguiente, en un nivel de día a día. Solo reconocen una parte física y una emocional, mental y una parte interna (comúnmente llamada “personalidad” ).
                        Tu cuerpo es obvio. Es la parte física de ti que puede ser vista en un espejo. Si estuvieras hablando cara a cara conmigo, estarías viendo mi cuerpo.
            Sin embargo, estarías hablándole a mi alma, que es mi parte mental, emocional. Algunas personas definen “el alma” como “tu mente, tu voluntad y tus emociones.” Aunque ciertamente es verdad, es una definición incompleta porque tu conciencia también debería incluirse. Tu alma es lo que la mayoría llama su “personalidad.”
Ningún Acceso Natural
            Puedes sentir ambos tu cuerpo y tu alma. Si pongo mi mano en tu hombro, sabrás que te toqué. No obstante, también puedo tocarte estando físicamente cerca de ti o sin estarlo. Al hablarle a tu alma, puedo hacer que te sientas contento, triste o enojado. Por mis palabras, puedo “herirte” sin tocar físicamente tu cuerpo. Es fácil saber cómo te sientas en tu cuerpo y en tu alma porque ¡constantemente estás en contacto con ellos!
            Si haces un inventario mental, tu cuerpo instantáneamente puede decirte cómo se siente. Sabes si tu adrenalina está aumentando o si estás cansado, si estás saludable o estás luchando contra tu resfriado, si te duele la cabeza, o si la ducha estuvo buena. De hecho, no tienes realmente que pensar esto porque tu cuerpo continuamente te proporciona tal información.
            También puedes revisar tu alma y saber enseguida cómo te está yendo. Es fácil saber si estás feliz o herido, mentalmente agotado o alerta y listo para partir, o muy enojado. Estarás consciente del temor o de la depresión porque siempre estás en contacto con tu alma.4d
            Sin embargo, no puedes acceder a tu espíritu por ningún camino natural. Jesús declaró: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del espíritu, espíritu es(Juan 3:6). 
Quiso decir que no hay una conexión directa entre los dos. Están interrelacionados, como después lo verás, pero el espíritu es espíritu y la carne es la carne. Simplemente no puedes conectar tu espíritu a través de tus emociones o por tu cuerpo físico. ¡En esto se encierra uno de los grandes problemas de la vida cristiana!
            Si no entiendes que la realidad espiritual no se puede sentir, entonces te confundirás cuando la Palabra de Dios declara que tienes el mismo poder que levantó a Jesús de los muertos (Efesios 1:18-20). Si piensas que la verdad se puede descubrir por sentidos naturales entonces te desconcertarás cuando la Biblia dice que eres una nueva criatura que puede hacer las mismas obras milagrosas que Jesús hizo (2 Cor. 5:1, Juan 14:12). 
Sin entender el espíritu, el alma y el cuerpo, buscarás equivocadamente en tu cuerpo y en tu alma, ¿dónde está?  Yo ralamente no tengo esa clase de poder en mí. ¡La Biblia es tan difícil de entender! Si no puedes ver, probar, oír oler o tocar lo que la Palabra revela de ti, entonces inmediatamente entrarás en conflicto. Esta aparente disparidad entre tu experiencia y la Palabra de Dios causará que dobles tus manos en frustración y concluyas, “! No debe ser verdad!”

Abriendo El Reino Espiritual
            Al comprender que el espíritu, el alma y el cuerpo abren el reino espiritual, puedes experimentar ¡quién eres y lo que tienes en Cristo!
Debido a que el reino espiritual no puede ser visto o tocado naturalmente, la única manera de percibir la verdad espiritual con precisión es a través de la Biblia. Simplemente ¡toma la Palabra de Dios y créela!
           
           
Jesús dijo: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). 
La Palabra de dios revela la realidad espiritual. Si quieres saber cómo es tu espíritu, debes descubrirlo por la Palabra. No puedes dejarte llevar por las emociones o por algún tipo de percepción. ¡La Palabra de Dios es espíritu y vida!
                Cuando ves la Biblia, considérate en el espíritu. “Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, [La palabra de Dios, específicamente la del Nuevo Testamento] y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:23-25 ). 
¡la Palabra de Dios es un espejo espiritual!

Un Reflejo Perfecto
                Cuando te ves a la cara en el espejo, realmente no te estás viendo. Aunque, estás viendo un reflejo. De hecho, tus ojos nunca han visto directamente a tu propia cara. Piensa al respecto. ¡Siempre has visto un reflejo! Aun cuando has pensado que sí lo es, sólo es una representación, tienes que aprender a confiar en ello.
                Si quieres saber si tu cabello está bien peinado o si te pusiste maquillaje, no te dejas llevar por lo que sientes. Puesto que estas cosas no se pueden sentir, tienes que verte en un espejo y luego confiar en lo que ves. ¡Es lo mismo con tu espíritu nacido de nuevo!
                La Palabra de Dios perfectamente refleja quién eres en el espíritu. Ésta es la única manera de saberlo. No lo puedes asumir, “si tengo el poder de Dios dentro de mí, estaría consciente de ello” porque ¡lo que es del Espíritu es espíritu y lo que es de la carne es carne! Sería como tratar de sentir si traes puesto el maquillaje o si tu cabello está peinado. ¡Estas cosas no se pueden sentir! Tienes que ver en el espejo de Dios y ¡confiar en la realidad espiritual que ves!

sábado, 14 de enero de 2012

Lección 3




Lección 3

Tu conocimiento

Dios ya te ha dado todo lo que necesitas para la vida y la santidad a través de Su conocimiento. 

Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia
(2 Pedro 1:2-4).

El conocimiento de Dios te da acceso a Sus promesas. Al creer y actuar en ello, participarás de Su Naturaleza divina. Esto significa que experimentarás todo el amor, gozo, paz, salud, libertad, prosperidad y mucho más de Dios que ya está en tu espíritu, ahora por Jesucristo.  

Conforme tus pensamientos van cambiando alineándose con tu espíritu nacido de nuevo, tu vida lo hará también. Por ejemplo, quizás has pasado toda tu vida odiando los lunes. Siempre has estado dando lugar al diablo al creerlo, hablarle y esperar que será un mal día. No porque naciste de nuevo no significa que todas tus actitudes negativas y tus patrones de pensamientos también hayan cambiado. El lunes será igual que antes hasta que el conocimiento de la Palabra de Dios cause que entiendas y actúes diferente al respecto. Conforme la Palabra cambie la forma en que crees, habías y esperas que las cosas sean, empezarás a experimentar los beneficios de tu salvación. ¡Aún los lunes!
                               
¡Renueva tu Mente!
            Tu aspecto exterior cambiará en la manera en que crezcas en el conocimiento de Dios y en Sus promesas. A esto se le llama “renovando tu mente” “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” 
(Rom. 12:1-2).
           
Debes cambiar la forma en que piensas pará a a conectarte con tu espíritu nacido de nuevo. En el momento de la salvación, tu espíritu se convirtió completamente en una nueva creación. 
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron: he aquí todas son hechas nuevas” (2 Cor. 5:17). 
Tu espíritu siempre está de acuerdo con Dios. La Palabra renovará tu mente a lo que ya ha ocurrido en tu espíritu.
           
¡Dios quiere que pienses y actúes como Él! Al someterte a Su Palabra, tu vida cambiará así como una oruga se transforma en una hermosa mariposa. No permitas que la presión del mundo te meta a un molde que no es santo al fallar en renovar tu mente. En vez de eso, sé transformado por el conocimiento de Dios y tu vida cada vez más reflejará a Jesucristo

jueves, 12 de enero de 2012

Condiciones para el crecimiento en Dios

Condiciones para el crecimiento en Dios.


1.      Si tú escucha la palabra de Dios y no eres salvado, no eres un terreno en que la palabra se estará sembrada , la palabra de Dios no puede crecer.

2.     Si no eres salvado, La semilla no tiene ningún lugar donde puede vivir, crecer y desarrollarse las raíces para que la semilla puede crecer a una planta para dar sus frutos.

3.      Sin la palabra, la semilla no crece, no estamos en Dios.

4.      Sin buena tierra, la salvación, no crecen en Dios

5.     Sin el testimonio de la Palabra de Dios y la guía de la Palabra no crece la Palabra en nosotros. Dios está fuera de nosotros, no en nosotros.

6.     La palabra vino a la tierra de Dios, era Dios, y habitó entre nosotros para morir por nosotros

7.     Jesús es la palabra, la semilla, El es toda palabra de Dios

8.     Si entendemos la palabra que oímos, ninguno puede quitar la palabra de nosotros. Si crecemos en Cristo. Cristo se desarrolle en nosotros y nos volvemos más y más como Jesús.

9.     Jesús en nosotros es un lugar para la semilla, la Palabra de Dios puede crecerr, nos encontramos en Jesús y Jesús en nosotros.

10.  Si escuchas la palabra, entiendes la palabra, y hablas la palabra,  actúas en la palabra. La fe esta fortalecido y la palabra crece dentro de nosotros.

11.  Vivimos por creyendo y confesando "Jesús" la Palabra en todas nuestras situaciones, en todos los contextos. Somos débiles, sino por la confesión y la acción en vivo fortalece la fe Y Su tremendo poder es dentro de nosotros.

Somos nada sin Jesús, pero no estámos sin Jesús, Él nunca nos falla.

martes, 10 de enero de 2012

La Palabra, Logos

La Palabra, Logos.
3056 logos (a partir de 3004 / lego ", hablando a una conclusión") - una palabra, ser la expresión de un pensamiento, una frase. 3056 / Logos ("palabra") es, sobre todo usa de Cristo (Jn 1:1), expresando los pensamientos del Padre por el Espíritu.

Espíritu, vida y creer
60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
    61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?

    62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?

    63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

    64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

La Biblia
Cada palabra de Biblia es la verdad si es entendido por revelación de Espíritu Santo. La Palabra de Dios es espíritu, porque Dios es espíritu que dice Jesús en Juan capitulo 4 vesícula 24:
 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

lección 2

Lección 2, Caminar-con-Dios

Lección 2
               
Decidirte a recibir a Cristo como tu Señor y Salvador es la decisión más importante que jamás hayas hecho. Esta enseñanza, caminar-con-Dios, te ayudará a entender la decisión que has tomado y descubrirás lo demás.
-Una criatura nueva, ver lección 1
-La Palabra

¡Cuando estas salvado estás en buenas manos! “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:28-29).
            Desde que entregaste tu vida a Él, Él te guardará. “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (2 Tim. 1:12).
            ¡Dios será fiel aun cuando tú no lo seas! “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con Él, también viviremos con Él; si sufrimos, también reinaremos con Él; si le negáremos, Él también nos negará. Si fuéremos infieles, Él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo” (2 Tim. 2: 11-13). 
Cuando cometes errores o te sientes desanimado, sólo recuerda; Dios no puede negarse a Él mismo, porque ¡Él siempre mantiene Su Palabra!
               
El Conocimiento Trae la Experiencia
            El conocimiento de la Palabra de Dios te ayuda a comprender lo que se llevó a cabo en tu vida en el momento de la salvación. Empiezas una quiere conocimiento de Su Palabra. Relación eterna con la persona más maravillosa en el Universo. Conociéndolo y siguiéndole a Él te traerá un gozo inexplicable. La salvación no sólo es ir al cielo cuando mueres; Dios quiere que empieces experimentar los beneficios de tu salvación inmediatamente. Esto requiere conocimiento de Su Palabra. Conforme entiendes y actúas sobre ese conocimiento, experimentarás los beneficios de tu salvación.

miércoles, 4 de enero de 2012

leccion 1

Lección 1


Entendiendo tu Salvación


               
Cuando por primera vez la Palabra de Dios viene a ti, Satanás inmediatamente tratará de robarla (Mateo 13:19): 


18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:
    19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

Sin embargo, sólo puede hacerlo si tú no te das cuenta. Para ello necesitas comprender lo que ocurre al momento de aceptar al Señor. El entendimiento te previene que el diablo te robe los beneficios de tu salvación.
            
La Palabra de Dios promete “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Rom. 10:9-10). “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Rom. 10:13).
¿Has hecho esto? ¿Has confesado con tu boca al Señor Jesús? ¿Crees en tu corazón que Dios lo levantó a Él de entre los muertos?  ¿Eres tú “todo aquel” que invocó el nombre del Señor? Si tu respuesta es sí, ¡entonces has sido salvo!


La salvación significa que se dice en 2 Corintios capítulo 5 versículo 17, si eres salvado en Cristo se ha convertido en una nueva criatura:
15y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
    16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
    17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Cor. 5:15-17


Fuiste salvo desde el preciso momento en que sinceramente entregaste tu vida a Jesucristo. La verdad de Su Palabra instantáneamente se llevó a cabo cuando creíste en tu corazón y confesaste con tu boca. ¡Felicidades, has sido hecho salvo!


Como confesaré:     Por Su gracia, Dios ya hizo todo para proveer tu salvación. Tu parte simplemente es creer y recibir.
            
Ora con voz audible, “Jesús, confieso que Tú eres mi Señor y mi Salvador. Creo en mi corazón que Dios te levantó de entre los muertos. Por fe en Tu Palabra, recibo ahora la salvación.” “¡Gracias por salvarme!”
               
En el preciso momento en que entregaste tu vida a Jesucristo, la verdad de Su Palabra instantáneamente se llevó a cabo en tu espíritu. Ahora que naciste de nuevo, hay un Tú completamente muevo.
               
Fuiste salvo desde el preciso momento en que sinceramente entregaste tu vida a Jesucristo. La verdad de Su Palabra instantáneamente se llevó a cabo cuando creíste en tu corazón y confesaste con tu boca. ¡Felicidades, has sido hecho salvo!

Alabanza de Salmo 103, Leccion 1

Salmos 103
Alabanza por las bendiciones de Dios
   
Salmo de David.
 1 Bendice, alma mía, a Jehová
    Y bendiga todo mi ser su santo nombre. , David está hablando a su alma y todo su ser. No es automático que tu alma hace que tu quiere.
   
 2 Bendice, alma mía, a Jehová,
    Y no olvides ninguno de sus beneficios. Las palabras que hablamos crear una situación nueva. Si hablamos que Dios ha hecho por nosotros en Su Hijo, Si creemos que hablamos, se estará una realidad en nuestras vidas.
   
 3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
    El que sana todas tus dolencias; Personalidad de Dios es que perdonar iniquidades y sanar enfermedades.
   
 4 El que rescata del hoyo tu vida, Dios cambiar la calidad de su vida, ¿Cómo¿, es muy fácil, hablar i creer, fe y palabra audible.
    El que te corona de favores y misericordias; Cada día Dios te corona con favores, ¿como?
   
 5 El que sacia de bien tu boca
    De modo que te rejuvenezcas como el águila. ¿Quiere estar como el águila? 
  
 6 Jehová es el que hace justicia
    Y derecho a todos los que padecen violencia. Nosotros no debe que hace justicia, pero Dios.
   
 7 Sus caminos notificó a Moisés, Buscamos Sus caminos en los libros de Moisés
    Y a los hijos de Israel sus obras. Caminos de Dios hay en la Biblia.
   
Sus beneficios:
 8 Misericordioso y clemente es Jehová;(A)
    Lento para la ira, y grande en misericordia.
   
 9 No contenderá para siempre,
    Ni para siempre guardará el enojo.
   
 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
    Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
   
 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
    Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
   
 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
    Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Rebeliones es un estado normal por gente que no conoce a Jesús.
   
 13 Como el padre se compadece de los hijos,
    Se compadece Jehová de los que le temen. ¿Cómo amamos a Dios?
   
 14 Porque él conoce nuestra condición;
    Se acuerda de que somos polvo.
   
 15 El hombre, como la hierba son sus días;
    Florece como la flor del campo,
   
 16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
    Y su lugar no la conocerá más.
   
 17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
    Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
   
 18 Sobre los que guardan su pacto,
    Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Para hombre no es posible, pero para Dios todo es posible.
   
 19 Jehová estableció en los cielos su trono,
    Y su reino domina sobre todos. El reino de Dios domina sobre todos, y como salvados, este reino es dentro nosotros, y nosotros en Jesús dominamos sobre todos.
   
 20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
    Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
    Obedeciendo a la voz de su precepto.
   
 21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
    Ministros suyos, que hacéis su voluntad.
   
 22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
    En todos los lugares de su señorío.
    Bendice, alma mía, a Jehová.