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sábado, 14 de enero de 2012

Lección 3




Lección 3

Tu conocimiento

Dios ya te ha dado todo lo que necesitas para la vida y la santidad a través de Su conocimiento. 

Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia
(2 Pedro 1:2-4).

El conocimiento de Dios te da acceso a Sus promesas. Al creer y actuar en ello, participarás de Su Naturaleza divina. Esto significa que experimentarás todo el amor, gozo, paz, salud, libertad, prosperidad y mucho más de Dios que ya está en tu espíritu, ahora por Jesucristo.  

Conforme tus pensamientos van cambiando alineándose con tu espíritu nacido de nuevo, tu vida lo hará también. Por ejemplo, quizás has pasado toda tu vida odiando los lunes. Siempre has estado dando lugar al diablo al creerlo, hablarle y esperar que será un mal día. No porque naciste de nuevo no significa que todas tus actitudes negativas y tus patrones de pensamientos también hayan cambiado. El lunes será igual que antes hasta que el conocimiento de la Palabra de Dios cause que entiendas y actúes diferente al respecto. Conforme la Palabra cambie la forma en que crees, habías y esperas que las cosas sean, empezarás a experimentar los beneficios de tu salvación. ¡Aún los lunes!
                               
¡Renueva tu Mente!
            Tu aspecto exterior cambiará en la manera en que crezcas en el conocimiento de Dios y en Sus promesas. A esto se le llama “renovando tu mente” “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” 
(Rom. 12:1-2).
           
Debes cambiar la forma en que piensas pará a a conectarte con tu espíritu nacido de nuevo. En el momento de la salvación, tu espíritu se convirtió completamente en una nueva creación. 
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron: he aquí todas son hechas nuevas” (2 Cor. 5:17). 
Tu espíritu siempre está de acuerdo con Dios. La Palabra renovará tu mente a lo que ya ha ocurrido en tu espíritu.
           
¡Dios quiere que pienses y actúes como Él! Al someterte a Su Palabra, tu vida cambiará así como una oruga se transforma en una hermosa mariposa. No permitas que la presión del mundo te meta a un molde que no es santo al fallar en renovar tu mente. En vez de eso, sé transformado por el conocimiento de Dios y tu vida cada vez más reflejará a Jesucristo

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